A veces no sientes que estás viviendo en un mundo de distracciones donde las redes sociales y la tecnología se llevan buena parte de las horas  de tu día y es fácil perder de vista tus objetivos y lo realmente importante?.

A mí me pasaba mucho, por lo que decidí empezar a trabajar en mis hábitos, esas rutinas que practico regularmente frente a todas las situaciones de mi vida. 

Hace unos años había leído un libro sobre cómo transformar hábitos en 21 días y después cómo transformarlos en 66 según nuevos estudios, hasta que llegó a mis manos este libro: “Hábitos Atómicos” de James Clear. Su nombre me llamó la atención, Atómicos: minúsculos pero al mismo tiempo super poderosos!  Precisamente su propuesta es enfocarnos en pequeñas acciones que realmente generen impacto en nuestras vidas a largo plazo.  Según él, los buenos hábitos son el resultado de pequeñas acciones repetidas constantemente a lo largo del tiempo. 

Para crear y mantener hábitos atómicos exitosos, sugiere cuatro pasos claves: 

  • Hacer el hábito obvio : Clear llama “la intención de implementación” a tener claridad y entender lo que se quiere cambiar/mejorar para hacer un plan específico que determine cuando y donde se realizará ese nuevo hábito; su propuesta es alinear esa intención con la “acumulación de hábitos” donde en lugar de relacionar ese nuevo hábito con un tiempo y lugar determinados, se relacione con un hábito que ya se practique regularmente para que así sea implementado más armónica y naturalmente. Por ejemplo, si la intención es incluir el hábito de la meditación podría ser:  Meditaré durante 3 minutos a las 7am en mi cocina después de tomarme el café de la mañana. Ese hábito tiene la intención de implementación (cómo, cuándo, dónde) y hace parte de una acumulación de hábitos (después del café de la mañana). 
  • Hacer el hábito atractivo: Los hábitos que se disfrutan son más fáciles de mantener por lo que usando la acumulación de hábitos, Clear propone integrar lo que quieres hacer con lo que necesitas hacer. Por ejemplo, si quieres ver tus redes sociales pero necesitas hacer más ejercicio, puedes después de hacer X tiempo de ejercicio, revisar tu IG.
  • Hacer el hábito sencillo: la manera más efectiva de aprender es practicar, no planear. Como el comportamiento humano sigue la ley del menor esfuerzo y tendemos a elegir la opción que requiere la menor cantidad de trabajo, busca preparar el ambiente para que tu nuevo hábito sea más fácil de interiorizar. Por ejemplo si quieres empezar a hacer ejercicio, deja tu ropa organizada desde el día anterior, o si por el contrario quieres dejar de ver las redes sociales, deja tu celular guardado en algún cajón o en otra habitación.
  • Hacer el hábito satisfactorio: Los seres humanos tendemos a repetir una conducta cuando la experiencia es satisfactoria por lo que Clear propone usar el reforzamiento premiándose a sí mismo cuando se haya terminado el hábito.

Definitivamente crear un hábito no sucede de la noche a la mañana, requiere tiempo y esfuerzo. Intenta con estos cuatro pasos y tal vez logres empezar a establecer una base sólida para lograrlos a largo plazo. Recuerda: ¡Un paso a la vez!.

Catalina Caicedo

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