Ante la incertidumbre por lo que está sucediendo en el mundo por estos días, muchos hemos experimentado en algún momento sentimientos de preocupación y ansiedad. Estas dos emociones se manifiestan en nuestra mente y generalmente, son una respuesta ante una idea de nuestra imaginación, al miedo de que suceda algo negativo o doloroso.

Sintonizar nuestra mente con momentos futuros que no conocemos crea nerviosismo y angustia, pero lo más probable es que dichos eventos nunca ocurran y al final habremos invertido toda nuestra energía y tiempo en meras suposiciones y como resultado nos podremos sentir cansados y hasta enfermos.

En la mayoría de los casos las cosas a las que tanto le tememos que pasen, jamás suceden, se quedan reducidas a miedos infundados que nos generaron momentos de desesperación y estrés frente a situaciones difíciles que no sabemos afrontar y que por lo general solo nos complican la vida y nos causan sufrimiento.

La mente es la fuente creadora del universo, todo lo que sucede, ha sucedido y sucederá tuvo origen en la mente de alguien, todos somos libres de usar ese poder para crear situaciones positivas y armónicas, para lograr lo que anhelamos, o también tenemos la libertad de crear problemas y dolor preocupándonos de manera innecesaria.

Sin duda pueden existir pequeñas preocupaciones que rápidamente quedarán atrás, sin embargo, hay otras que se alojan en nuestra mente de manera permanente y que luego se transforman en problemas psicológicos, trastornos de ansiedad e incluso conducen a la depresión.

LA PREOCUPACIÓN NO EVITA LOS PROBLEMAS DE MAÑANA, SOLO NOS QUITA LA PAZ DE HOY.

No existe un solo problema que pueda solucionarse mediante la preocupación, por el contrario, anticiparse negativamente a la acción, “preocuparse” (ocuparse antes de…) es complicar más las cosas.

Cuando sientas que tu mente empieza a tener pensamientos negativos sobre lo que va a suceder en el futuro, trata de traerla al presente e intenta invertir tu tiempo en algo agradable que te dé bienestar. Por ejemplo, aprovecha el tiempo de aislamiento preventivo para hacer lo que siempre quieres y nunca tienes tiempo:

• Aprende a meditar

• Cocina esas recetas que tienes guardadas en tu Instagram.

• Saca juegos de mesa y comparte con tu familia.

• Organiza tu closet y regala lo que no uses.

• Inscríbete y termina algún curso Online.

• Aprende un nuevo idioma por internet, hay muchos gratuitos.

• Has ejercicio.

• Mueve los muebles de lugar para re energizar tu casa.

• Siembra plantas en tu balcón.

• Baila frente al espejo.

• Pinta.

• Haz el mapa de tus sueños.

• Termina el libro que llevas años leyendo por partes.

• Aprende a usar la cámara de tu celular (Tiene miles de usos y no los conocemos).

• Escribe un libro, monta ese curso, empieza a construir ese emprendimiento que te has soñado siempre.

Cuando sientas que tu mente empieza a tener pensamientos negativos sobre lo que va a suceder en el futuro, trata de traerla al presente e intenta invertir tu tiempo en algo agradable que te dé bienestar. Por ejemplo, aprovecha el tiempo de aislamiento preventivo para hacer lo que siempre quieres y nunca tienes tiempo:

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• Cocina esas recetas que tienes guardadas en tu Instagram.

• Saca juegos de mesa y comparte con tu familia.

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• Has ejercicio.

• Mueve los muebles de lugar para re energizar tu casa.

• Siembra plantas en tu balcón.

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• Pinta.

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